Esculpir calabazas es más que una tradición: es darle forma a la imaginación, iluminar la oscuridad con creatividad y compartir momentos que se vuelven recuerdo. Una obra efímera que, aunque desaparezca, deja viva la magia de la temporada. DSC_0923-3DSC_0837-1DSC_0785-2DSC_0746-1DSC_0741-1DSC_0717-1DSC_0686-1DSC_0685-3DSC_0684-1